Garantía de ahorro
El mal aprovechamiento energético derivado de escapes y estructuras mal acondicionadas en el hogar suponen un considerable incremento en la factura.
Las exigencias legales de eficiencia energética en cuanto a la envolvente exterior de edificios antiguos (Construídos antes de 1979) no requerían medidas específicas de aislamiento térmico, incrementándose, como resultado, los gastos por el uso energético.
Instalando aislamiento térmico en la vivienda, se garantiza una mejor calidad del aire en espacios interiores, manteniendo una temperatura media y regular, y un notable ahorro, evitando conductos de pérdidas y zonas de escape.
El efecto confort que ofrece el aislamiento en el hogar no sólo afecta al ámbito de la temperatura otorgando, también, una protección y limitación acústica ante ruidos externos y excesivos decibelios.
Ventajas que se incrementan al emplear Supafil en la instalación, un material aislante no combustible con una especial composición para el acondicionamiento térmico y acústico.
Todo un aliciente para mejorar las prestaciones de consumo energético en el hogar manteniendo temperaturas cálidas en invierno y una regular sensación de frescor en verano… ¡Todo sin excesivas obras y ni complejos proyectos!